Descripción

Hombres que se depilan y asisten a los partos, mujeres que piden el divorcio y tienen aventuras, gays presentados como modelos de dulzura y amabilidad. La sociedad ha cambiado. Los sexos están revueltos no sólo en la cama, sino en la moda y en la empresa. ¿Ha triunfado el feminismo? El periodista Éric Zemmour publicó en 2006 en Francia El primer sexo (traducido para su versión española como Perdón, soy hombre) en alusión al libro El segundo sexo, de Simone de Beauvoir. Un libro que describe con un estilo ágil y contundente los nuevos papeles entre los hombres y las mujeres después del triunfo de Mayo del 68.

Entre los asuntos que toca en estas páginas de una manera tan inteligente como polémica están la publicidad como creadora de conductas, el carácter opresivo que pueden alcanzar las desviaciones del feminismo, el lugar de los jóvenes inmigrantes en Europa, el uso por el capitalismo de las mujeres como mano de obra barata…. Abordando de frente tales temas, es lógico que Perdón, soy hombre, además de constituir un gran éxito de ventas, originara en Francia un extraordinario debate.

Para dar una idea de su contenido, reproducimos varias de sus frases, escritas con un humor tan masculino que cualquiera puede entenderlas.

· “No solamente los salarios femeninos –durante mucho tiempo segundo salario– son inferiores a los masculinos, sino que limitan las reivindicaciones de los hombres asalariados, que encuentran en los ingresos de sus compañeras una pera para calmar la sed.”

· “Hoy ya no existe ni marido infiel, ni infortunio, ni mujer engañada ni hombre traicionado (o a la inversa), nadie es ridículo o desgraciado, no hay más que problemas de pareja.”

· “Todo el trabajo ideológico de las feministas y de los homosexuales consiste en desnaturalizar la diferencia de sexos, en mostrar el carácter exclusivamente cultural, y por tanto artificial, de los atributos tradicionalmente viriles y femeninos.”

· “El hombre ya no tiene derecho a desear, ni a seducir, ni a tirar los tejos. No puede hacer otra cosa que amar.”

· “El sueño feminista ha sustituido al sueño comunista. Y ya sabemos cómo terminan estos sueños.”

· “El joven árabe es el innombrable con más peso en la sociedad francesa. Es a la vez rechazado y deseado, odiado y soñado. Es lo inaceptable y el vago pesar. Las feministas le aborrecen, pero no osan decirlo por herencia anticolonialista. Les enfurece el ver a los citados anteriormente volver a la edad de piedra antifeminista y, al mismo tiempo, les encanta encontrar un contrapunto masculino tan perfecto.”

Insolente, sarcástico, vibrante, incorrecto y sobre todo irónico, Perdón, soy hombre es un análisis tan agudo como turbador de nuestra sociedad.